El deslumbrante Brillo de una promesa chilena llega a endulzar nuestros corazones.
Desde que en septiembre de 2018, Simón Campusano, vocalista de la banda Niños del Cerro, estrenara un sencillo como solista; de la mano del también cantante Diego Lorenzinni y el productor Martín Perez Roa aka Merci Merci, se presentó la posibilidad de escuchar más de él en solitario.
Serotonina, el single con el que debutó su nuevo proyecto fue un acercamiento a lo que nos esperaría casi un año después. La canción logra conquistar los oídos del espectador, y es distinta a lo que Simón nos tenía acostumbrados. Se trata de una balada tierna a dos voces, cuya composición nos muestra la evolución del artista. Y aunque este track no fue incluido en el álbum debut, no podemos dejarlo de lado; ya que el cantautor sorprendió a más de uno con lo bien que suena como solista. Por el tiempo que tuvo que pasar para volver a escuchar algo más de él, mantuvo nuestra curiosidad latente.
Dentro de este álbum se nos muestra las vivencias de la parte más personal de Simón Campusano. El cantautor sorprendió a más de uno con lo bien que suena como solista.
A mediados de este año pudimos escuchar Brillo, nuevamente una colaboración con Diego Lorenzinni y en la producción Merci. Este tema cimentó el estilo que encontraríamos en el resto del álbum; al igual que Serotonina se trata de una balada suave donde podemos escuchar la voz de fondo de Diego coreando a Simón. Los efectos sonoros que adornan el tema logran envolvernos en cierto sentimiento de desesperanza que se acomoda perfecto a la temática de la canción.
Brillo (LP) fue estrenado de forma oficial el 11 de octubre de 2019 bajo el sello de Quemasucabeza, consta de diez canciones y una duración de treinta y cinco minutos. Dentro de éste, nos muestra las vivencias de la parte más personal de Simón Campusano. En algunas canciones como Amigo Chincol, Conguillío y La Astuta Cordillera de la Costa, hace referencia al estilo folclórico de sus composiciones, llevando elementos de su natal Chile tanto a las letras como a la música.
El primer track, Parc des Buttes-Chaumont, nos invita a recorrer este viaje de forma divertida. Con un comienzo tranquilo y que pronto cambia con la distorsión en los riffs de la guitarra. Continuando con el homónimo del álbum, Brillo, una canción ya conocida y amigable. La versión de estudio tiene algunas modificaciones casi imperceptibles; sin embargo, mantiene la esencia de la canción. Estas dos primeras piezas forman una combinación provocativa que nos dejan con ganas de escuchar más. Se encuentran unidas tanto por la mezcla en la edición como por la temática; un sutil guiño al abatimiento y cansancio.
La Astuta Cordillera de la Costa, es el siguiente track. La emoción comienza a sentirse desde la transición a un estilo musical distinto y la letra, que trata una situación más amena; despidiéndose del verano. Simón Campusano, más que hablarnos de una confesión de amor, nos muestra una petición para compartir algo más que una tarde. La canción te levantará el ánimo porque te invita a cantarla también y a sentirte enamorado.
Algo que llama la atención de este trabajo es la organización de los temas, de la mano de estilos diversos, algunos más rítmicos, otros más melódicos, recorremos distintas emociones. Amigo Chincol nos recibe con un sintetizador y guitarras con un distintivo eco, aproximándose al Dream Pop o a la Neo Psicodelia, descendemos a un estilo más sombrío; así, el propósito es utilizar la tensión y distensión de la música como recurso para sujetar al oyente.
Esta canción también maneja una temática importante; se describe entre sus líneas cómo es sentirse deprimido, no querer salir de la cama y perderte de cosas importantes por estar decaído. El chincol es un ave nativa de Chile, aquí el artista expresa estos sentimientos, no tanto para sí mismo sino para su pequeño compañero que contempla su fragilidad. Es fácil empatizar con esta rola en específico si alguna vez te has sentido de esa forma; además de que la música transmite cierto aire de tristeza.
En los siguientes tres temas el hype vuelve, Simón Campusano nos pone a bailar con un sonido fresco. De nuevo la estructura del álbum en general logra hacernos pasar un buen rato, no se vuelve pesado ni aburrido. Parque de los Dinosaurios y Sobre el Parque Infinito son rolas un tanto parecidas a las anteriores; pero que de igual manera pueden disfrutarse en conjunto o separadas. Es en Conguillío y Treinta y Seis Visitas al Monte Fuji donde otra vez se da un giro, la primer canción se siente algo corta; aunque bien dura unos tres minutos, más que nada porque la forma en la que cambia de matices, dan paso a querer escuchar más. Se nota que aquí Simón se soltó y experimentó con su propia música y quedó bastante bien, pero de lo bueno poco, ya que después continúa con el único tema instrumental del álbum.
Es con el reprise de Brillo, Baobabs, que vuelve la calma. Próximos a terminar el álbum, la producción de esta canción en especial hace que el álbum se complete por sí sólo. La entrega de un trabajo así llena las expectativas que estaban depositadas en él. Por último Tres Veranos en un Año termina con una buena reposición de los elementos que caracterizan la totalidad del álbum, efectos sonoros envolventes y una enérgica percusión, junto con la peculiar voz y guitarra de Simón.
Ahora que podemos verlo en solitario (pero sin separarse de Niños del Cerro), esperamos aún más sorpresas ya que su álbum es el reflejo de lo que es capaz de lograr, y sin duda dio un buen resultado.
Este álbum es la respuesta del artista a la necesidad de crear un sonido propio; abriéndose a algo más personal, variando sus ideas y experimentando un poco. Con Pérez Roa como productor logra aterrizar estas ideas e imprimen en ellas ese estilo característico, generando un ambiente apacible y reflexivo. La música de Simón Campusano siempre ha sido muy apasionada y en ella empeña mucho trabajo y eso siempre se agradece por parte de sus seguidores. Ahora que podemos verlo en solitario (pero sin separarse de Niños del Cerro), esperamos aún más sorpresas ya que su álbum es el reflejo de lo que es capaz de lograr, y sin duda dio un buen resultado.
Calificación: nueve
Escucha brillo acá abajo.