Esteban Mateus nos comparte amor con su nuevo material.
El colombiano estrenó su última placa el jueves pasado y no es coincidencia que la fecha haya sido 14 de febrero. De la misma manera que en San Valentín se celebra el amor, Esteman lo celebra, también, con Amor Libre. En este nuevo material, lleno de ritmos y letras pegajosas, se expone una visión muy clara de lo que son las relaciones, especialmente las de parejas, y la idea general gira en torno al título mismo. Al final es muy claro, el amor es, y tiene que ser, libre.
Me parece que Esteman hace una declaración muy concisa y honesta con este álbum, es algo, hasta cierto punto, atrevido pero a la vez no lo es, es muy simple y nada irracional. Lo único que importa es la libertad, en todo sentido, y creo que el mensaje es que cada quien puede amar como quiera. Con este material, y más en estos días, el álbum se podría reducir a un simple mensaje a favor de las corrientes sobre las libertades de géneros y orientación sexual pero Amor Libre va más allá. No se trata de un mensaje únicamente, al contrario; Esteman usa la música para expresarse y el mensaje o la declaración queda en un segundo plano.
La música te da para todo lo que quieras, es un medio y prácticamente se puede romper con todo lo previamente establecido. El álbum se puede reducir a dos términos, el mensaje y los sonidos, pero al final todo funciona porque es música, y música buena. Se admira y se reconoce lo que hace Amor Libre con su declaración pero el mayor triunfo de Esteman, con esta nuevo material, es la propuesta musical.
A lo largo de la placa encontramos sonidos atrevidos y, a la vez, familiares se juntan varias texturas y todas conviven en armonía. Hay bajos potentes, guitarras sensuales y sintetizadores envolventes que logran crear un espacio demasiado atrayente para cualquiera. Cada canción es un lugar diferente pero todas se conectan a través de la esencia misma, o sea un espacio lleno de buena vibra, dinamismo y ritmos pegajosos. Cada canción está para moverse y todo te invita a cantar y a bailar. Incluso canciones más lentas como Sociedad te levantan del asiento.
A pesar de que todo va por una línea misma, el álbum en ningún momento se siente monótono. Parece que Esteman encontró la fórmula de las canciones dance/pop pero nunca repite el mismo proceso. En varias rolas encontramos los mismos recursos y en otras no tanto, aún así cada una está cargada de frescura y novedad, a pesar de utilizar sonidos conocidos. Los ritmos son lo que amarra todo pero también encontramos melodías memorables en cada canción, los coros son increíblemente potentes, y la instrumentación en general no deja nada a desear.
Otro gran logro que tiene Amor Libre es la producción porque levanta todo y hace de las rolas piezas limpias y bien construidas. Existe una gran calidad en toda la placa, nos encontramos ante pop pensado y bien hecho. Por otro lado, no existen canciones sobrantes y cada una bien podría ser el hit del disco y es por eso que Amor Libre es tan bueno, está lleno de hits. Esteman sacó unos singles bastante atractivos pero cada rola pudo haber funcionado igual de bien. Para mí, las canciones que envuelven todo lo que propone Esteman, y las que más brillan, son Sociedad, On Top, Cuando No Estás y Noche Sensorial. En conclusión, esta última placa del colombiano es muy versátil y funciona para lo que sea que estés buscando.