Camilo VII es uno de lo grupos que desde el primer momento que los escuché hace casi 5 años, me sentí totalmente identificada. El ritmo, sus letras, la voz, la simpleza de su composición, me atrapó. Bastó escuchar Te veo en el 27 y No confíes en mí como para adoptarlos como una de mis bandas favoritas. Llegaron a mi camino cuando más lo necesitaba, justo en una etapa tremendamente feliz y parte de esa felicidad requería refrescar mis hábitos musicales con algo que lo valiera y creo que no me equivoqué. Era cuestión de tiempo para que estos chicos demostraran todo el poder y creatividad para posicionarse como una de las grandes revelaciones mexicanas.
Su crecimiento fue importante porque le abrió las puertas a otras bandas que poco a poco iban emergiendo en la industria como Rubytates, cosa que agradezco infinitamente porque, es necesario impulsar a quienes también luchan por ganarse un lugar en el mercado. Con CVII me sucedió algo curioso, conocidos que no son muy ávidos de escuchar rock, me decían “¿Oye María conoces a Camilo VII? Es que son buenísimos” fue en ese momento cuando entendí que ya no era el grupo indie que solo algunos los conocían, lo que detonó a una serie de conciertos a lo largo de la república, llevando como estandarte su primer LP Óleos e increíbles sencillos del EP Maya. Si, pude verlos en vivo en repetidas ocasiones y me hizo inmensamente dichosa.
Desde hace unos meses empezaron a revelar poco a poco lo que hoy es un lanzamiento oficial del Navegantes. Sinceramente no comulgo tanto con los singles porque me considero un ser desesperado y quiero escuchar todo de corrido, pero al ser una de mis bandas favoritas tenía que subirme al tren para intentar atar cabos de lo que estaba a punto de suceder.
El viaje astral de este álbum tiene un contexto fuera de este planeta, y lo digo literalmente porque el arte y los videos de Navegantes retoman ese contexto de hombre/universo, donde las fuerzas sobrenaturales tienen un papel importante con la realidad. Inclusive desde el último video de Óleos, No te puedo olvidar dio la pauta para aventurarnos a un mundo totalmente diferente al que conocemos. La interacción con energías cósmicas se fue presentando en los tres videos de este nuevo álbum; Me dejas caer, Frecuencia y Pulso pues se conectan de alguna manera, los personajes navegan por la tierra, pero están conectados con otras dimensiones o seres extraterrestres. Trabajar con el mismo director Julio Abad en sus videos, funcionó una vez más porque lograron congruencia en la estética visual y auditiva.
Considero que Óleos fue una producción impecable que les abrió las puertas a nuevos y mejores caminos, llegaron a personas totalmente ajenas a este género musical, apoyados de letras profundas, fue un disco que logró explorar ritmos novedosos a comparación de Navegantes. En este ciclo, pese a que muestran sonidos espaciales, mantuvieron la buena vibra y líricas de otro planeta, sinceramente quería un poco más de ellos.
Como siempre he mencionado, la prueba de fuego siempre es en vivo y en el escenario; ahí es donde se conocen los verdaderos músicos. Camilo VII ha evolucionado en sus presentaciones, inclusive en sus dos EMCO (Especiales Musicales Central Once) se nota una diferencia abismal en la manera de interpretar sus canciones con una diferencia de un año (EMCO 2016 – EMCO 2017). Colaborar con otros artistas también los ha ayudado a que puedan generar nuevas y mejores formas de transmitir esa energía cósmica que traen estos muchachos.
Es así como el próximo 9 de febrero los invito a una cita importante en el Pepsi Center para ver cómo suena esta nueva etapa de CVII y su mágico Navegantes.