Todo lo que tenga que ver con el futuro es mera especulación. Así mismo todo lo referido en el presente artículo es mera masturbación mental. Dicho lo anterior, podemos comenzar con esta paja editorial.
La industria musical como cualquier otra industria tiene varios matices y varias áreas donde establecer su fuerza e injerencia. Pero básicamente el proceso de producción siempre será el mismo para cualquier estructura industrial, ya sea la automotriz, la de los calcetines o la pornográfica; producción, distribución y consumo. Para fines didácticos (para que no sea de hueva) no hablaremos de la parte de producción porque gracias a las nuevas mecánicas de la nueva era, las disqueras y grandes monopolios tienen cada vez menos poder en esa área. Nos enfocaremos en círculos que dependen exclusivamente de la llamada “Industria Musical”.
Las nuevas tecnologías traen consigo también varias armas que están destruyendo las industrias como las conocemos. Marx decía que cuando llega una nueva tecnología que logra transformar los medios de producción rompe también con la forma en que nos relacionamos los humanos. Por ejemplo, la revolución industrial generó que las relaciones humanas se comenzarán centrar en los grandes centros urbanos, así como la acumulación de poder en unas cuantas manos. Lo que estamos viviendo con la revolución del internet, es que los grandes monopolios se están viniendo abajo. Los canales de televisión, los periódicos, las grandes productoras de Hollywood ya no generan los ingresos exorbitantes del siglo pasado. Todo esto es gracias a que se ha terminado con el monopolio de la información y ese poder poco a poco se comienza a repartir entre las personas de a pie. Que una parte de la sociedad tenga acceso a crear contenido y tener la oportunidad de ser visto por millones, es algo que nunca se abría pensado en épocas anteriores a menos que tuvieras chingos de varo o contactos con chingos de varo o una empresa que tuviera chingo y chingo de varo.
La industria entonces se ha tenido que venir adaptando a los cambios que nos trae la bella internet. Han tenido que abarca más, los famosos “360”. Siguen teniendo fuerza las grandes disqueras, las grandes internacionales no cabe ninguna duda pero ya no suena nada descabellado competirles a ellos como independientes. Antes ellos tenían el control total de las radios, de las revistas, de los promotores era un pastel que se lo comían entero los mismo. Pero ahora es diferente; siguen teniendo los mismo contactos, las mismas radios, los mismos promotores pero hoy hay competencia. La competencia es la música libre, las revistas independientes, los espacios autogestivos.
Pareciera que la industria aún tiene un lugar privilegiado en el mundo de la música pero no es así. Su influencia cada día sigue cayendo más y más. Han sobrevivido a la transición gracias a la fuerza de su pasado pero lo cierto es que está muriendo poco a poco. Las grandes industrias se tardaron también muchísimo años en conseguir consagrar su nombre, cosa que también le costarán a los nuevos medios para consolidarse, pero la diferencia es que ee nombre se ganó a base de esfuerzo dedicación y no solamente de capital.
Para mí el futuro de la industria se acerca cada vez más a lo independiente. El poder de los grandes monopolios se va a ir repartiendo poco a poco entre más y más medios, disqueras y productores independientes. Ya nunca más se ganarán millones y millones como en la época glam, y para subsistir se necesitarán más colaboraciones entre medios y productores pero nunca más habrá control de la música por un sólo grupo, la música por fin se democratizará. La música será un refugio para todos aquellos que querrán cumplir sus sueños, y no sólo para un pequeño grupo privilegiado.