Amor de Lejos es música perfecta para este próximo Halloween.

En su álbum debut Jóvenes Adultos nos regalan una bocanada de aire fresco en rock iberoamericano. Sobrio, experimental, tenebroso, pero, sobre todo, muy original, Amor de Lejos es la proclamación de una banda que se rebela contra la misma escena musical de México.

No debe extrañar lo insólito de su música cuando se conocen a los personajes detrás de la máscara de Jóvenes Adultos. Compuesto por Santiago Gómez, Sebastián Neyra y Carlos Arteaga, Jóvenes Adultos no tiene ninguna red social popular (Facebook, Twitter, Instagram, etc.), sino que prestan sus propios números celulares para quien esté interesados en contratarlos, porque, en sus palabras: “Creo que quien en realidad tenga ganas de contactarnos lo va a hacer”[1]. Su primer EP, Tarjeta de Presentación, lo escribieron y grabaron en un cementerio de la ciudad; incluso su portada consta de ellos posando en dicho cementerio. Sus letras hablan de la muerte y de la idea del hombre como un cumulo de energía del universo encapsulada en un cuerpo. Y aunque ya llevan dos álbumes, varias presentaciones y un éxito en redes sociales (que no planearon), ellos todavía no creen, o quieren, vivir de su música. Para el extraño mundo en el que vivimos, Jóvenes Adultos definitivamente son todavía más peculiares.

En este rasgo de rareza yace la mayor fuerza de su álbum debut Amor de Lejos. No es una rareza al modo de Animal Collective o The Flaming Lips. Jóvenes Adultos son una auténtica banda de rock clásico, pero su música se siente distinta a otras del género porque encarna su muy peculiar personalidad. No necesitan de sintetizadores o grandes producciones como los grupos anteriores para manifestar un sonido muy particular. En este sentido, Amor de Lejos encarna una música muy personal, la pasión de un alma demasiado morbosa. Y dicha pasión se contagia

Desde la primera canción Jóvenes Adultos instauran la misma melodía que sonará a lo largo de todo el álbum: sonidos obscuros y sobrios ajustados a un ritmo veloz y bailable. En otros discos menos desarrollados mantener una misma melodía durante todos los tracks se siente tedioso y repetitivo, pero Amor de Lejos crea un sentimiento de trance; quedamos hipnotizados por su música, y los ritmos son tan suaves que, aunque se repitan, queremos escucharlos por más y más tiempo. Serán sonidos obscuros, pero, al menos para mí, me relajaron. Su música es el equivalente sonoro de hacer una fiesta en un cementerio el día de Halloween.

Esa imagen no cambia mucho en todo el disco. Fuera de dos canciones, como La Bandota, que revela un rasguito de luminosidad en el disco, todo Amor de Lejos es una fiesta en un cementerio el día de Halloween. Por eso no puedo decir más del disco, únicamente que es, también, un gran disco de rock. Riffs suaves, sofisticados solos de bajo que superan más de una vez a la guitarra y una batería poderosa que hace vibrar nuestro cuerpo, Jóvenes Adultos demuestran que, además de tener una de las personalidades más originales de la escena emergente, también saben hacer rock del bueno. Combinan sus personalidades disparatadas con música que hace bailar a cualquiera.

Amor de Lejos es uno de mis discos favoritos de este año, aunque técnicamente salió el año pasado. Quizás es porque, como ellos, también disfruto bailar al son de cosas tenebrosas. Es un disco perfecto para quienes amen el rock y busquen una banda de donde aferrarse ahora que el rock se va convirtiendo de poquito a poquito en un género de nicho. Y ahora que estamos en el mes de Halloween, un álbum para escuchar en la próxima fiesta de disfraces.

NOTA: Literal si les quieren marcar, aquí están sus números: Para Sebastián está el 5539888129 o  para el Choqui, su representante legal, el 5538922599.  También pueden seguirlos en su única red social, Bandcamp: https://jovenesadultos.bandcamp.com/album/amor-de-lejos

[1] La cita es de una entrevista hecha por Noisey el 2017