A mi vida llegó este grupo que desde un inicio me causó mucha curiosidad y cautivada por su nombre le di play a su música descubriendo que, en Ecuador, cosas interesantes también están sucediendo.

La Máquina Camaleón, es un concepto de psicodelia y trip alucinante, lo cual nos da como resultado el viaje más complejo de todos. Poco a poco fui entrando en su música; quería saber más de ellos, de lo que hacían, de cómo habían logrado ese sonido tan deslumbrante. Fue así que descubrí “Amarilla” un disco mucho más maduro, con letras complejas, pero con un sentido bastante sólido. Todo un mundo alterno que el líder de la banda, Felipe Lizarzaburu, había creado para aquel que entrara en este espacio fantástico.

“Amarilla” forma parte de la segunda entrega de estos chicos, un disco que después de escucharlo una y otra vez, me place decir que es uno de mis tesoros más preciados en este año. Destaco algo que muy pocos grupos logran proyectar; el bajeo es una cosa bárbara, normalmente es un instrumento que a veces solo marca el tiempo o lo utilizan de apoyo, pero aquí la cosa cambia totalmente.

Existen momentos en los que la guitarra o el sintetizador tienen su espacio, pero existen otras canciones en donde el bajo, lleva la batuta. Saben que me gusta desmenuzar cada canción, inclusive describo la esencia de cada track. Esta vez quiero que cada quien viva la experiencia, que avancen o retrocedan las veces que sea necesario porque es un álbum tan bien logrado que no requiere de un orden específico. Además, si lo suyo es escuchar a las bandas en vivo, no descartaría que buscaran videos de sus presentaciones en festivales o acústico. Son bárbaros.

Piedras, un viaje ligero.

Somos más allá que el mar, tranquilidad absoluta.

Beneficios de ser magnéticos, el arpegio más hermoso.

Motora, explosión lírica.

Ser punte y serpiente, melodía espacial.

Ascención, serenidad esencial.

Jardín donde el tiempo favorece, paz armónica.

Flores, calma total.

Manual del perfecto navegante, un oasis para los oídos.

Al vapor, quietud momentánea.

Shiva, ENORME.

Actualmente están trabajando en la producción de su tercer album “Azul”, del cual se ha desprendido “Sal”, una pieza que nos deja claro que hay Máquina para largo.

Como un extra, les recomiendo escuchar dos de mis versiones favoritas de estos ecuatorianos que hicieron para unas sesiones de Epicentro verdaderamente increíbles.

La primera hace dueto con su paisana Paola Navarrete con “Los Zanqueros”, una verdadera maravilla musical. Y la segunda es la versión extendida de “Shiva” que explica mucho más, cómo el bajo brilla en todo su esplendor, algo fascinante.

Venga, sean bienvenidos al mundo alterno.