Editorial: ¿Cuál es el mejor festival de México?

Me he estado haciendo una pregunta que tal vez no tenga una respuesta concreta sino que cada una dependa de quien se la haga. Pues es meramente subjetiva. Pero creo que bajo algunas reglas y limitantes sí puedo contestar a ella. Comencemos de lo más general a lo más simplificado; ¿cuál es el mejor festival en México? El mejor siempre será aquel que traiga a la banda que te mueres por ver, así de simple. Pero vamos desglosando un poco más; ¿cuál es el festival con más prestigio? Es una pregunta un poco más específica pero esa también depende de muchos factores, sobre todo del varo que le metan los promotores y pues en esos siempre ganará OCESA. Sigamos haciendo todo más sencillo; ¿cuál es festival con mejor propuesta rocanrolera? Ahí se puede distinguir más pero aún es muy ambigua. He decidido que para fines didácticos voy a enfocarme en ¿cuál es el festival con mejor plataforma para artistas independientes? Considero que esta pregunta es bastante objetiva y depende muy poco de los gustos de los escuchas.

De primer momento vamos a ir descartando al Corona Capital aunque es muy querido por varios, la neta su plataforma para artista emergentes es muy básica. Escuchas una banda y no genera gran repercusión en el escucha, a las dos semanas se le olvida (o menos). Es una realidad que el Corona Capital es un evento sólo para ver a los headliners que están de moda. Además de que las bandas emergente iberoamericanas tienen una participación prácticamente nula. Entonces podríamos decir que existen festivales que sólo buscan ser masivos. Dejan de lado las propuestas o la estética y sólo buscan atraer gente para que consuma dentro del festival. En esta categoría están; Corona Capital, Pal Norte y Ceremonia. Estos festivales se aprovechan del poder de atracción de masas de los artistas y de la moda para armar su cartel. No tienen ni siquiera pensado tener una línea estética base sólo se busca atraer gente para ganar más capital.

Después tenemos festivales que tienen fines muy diversos y que al final no tienen un objetivo bien marcado. Son los casos del Cervantino o la Cumbre Tajín, donde parece que la diversidad es lo que se busca pero después parece que se busca una onda más purista del arte y en otros casos ser más abierto a lo popular. Es una línea muy abierta donde caben todos pero resaltan muy pocos. Hay que recordar el dicho popular “el que mucho abarca poco aprieta”.  Estos festivales ofrecen propuestas muy diversas, pero el público se siente abrumado por la cantidad de espectáculos que existen. Lo que genera que el artista sea valorado muy poco por el público que asiste.

En el último lugar tenemos a los festivales con un plano más fijo, que buscan tener un ofrecimiento para el espectador a nivel de experiencia en particular. Estos festivales saben muy bien a lo que van, saben cuales son sus objetivos, sus metas y no todas las bandas se ajustan a ellos, aquí a diferencia de los demás se guardan el derecho de admisión. A mí me gustan estos formatos porque buscan generar un conexión con el escucha, que tengan una claridad de lo que se llevará a cabo. Ejemplo de ello es el NRMAL que busca dar lugar a la escena under o el HIPNOSIS que tiene una clara línea de honrar lo psicodélico.  Siento que este es el tipo de festival que más se le asemeja a lo que yo considero el mejor festival. Aquí un artista independiente se encuentra con su esencia y con un ambiente donde su arte fluye, donde va gente que busca eso mismo que él tiene. Por eso considero que aquí es el festival perfecto. Aquí entraba el VIVE pero se convirtió con los años en un festival que ya no propone sino que sólo busca conseguir masas. Pero tienen una desventaja para los promotores que es casi siempre más un evento para personas con gustos específicos, no tan taquilleros.

Considero que no hay un festival perfecto pero sí puede haber un modelo que se acerque a eso. Los gustos son muy variados pero tenemos la “ventaja” de vivir en un mundo sobrepoblado por gente y también por propuestas. Hay un lugar para todos los gustos y para todos nosotros. Por eso, hay que apoyar proyectos independientes, fuera de los monopolios y voltear a ver hacia los toquines creados por banditas, por disqueras y promotores independientes. Nunca hay que dejar de ser curiosos.