Cuando uno va por la vida escuchando el mismo playlist todos los días y de repente alguien te pregunta “¿Conoces a a Midnight Generation?” y tu respuesta es “No”, pueden suceder dos cosas importantes: o te emocionas como explorador descubriendo la reliquia más antigua de Egipto o lo ignoras por completo. Tomando en cuenta que soy una melómana por naturaleza, sabrán mi emoción al estar a punto de escuchar un grupo por primera vez. Sí, me considero una exploradora musical los 24/7 y tenía el presentimiento que me llevaría una agradable sorpresa con este hallazgo.

Al momento de darle play al “Funk your Bones (side B)” me cuestioné “¿Qué clase de “Chromeo” es esto y de qué parte de California son estos batos?”  Google no tardó en darme las respuestas, puesto que no eran Chromeo y que este dúo dinámico provenía del norte de México. Fernando Mares y David González son los encargados de brindarle a la escena musical una brisa especial al funk mexicano.

El álbum cuenta con 7 piezas musicales; cada una tiene su esencia y personalidad; buscan crear momentos largos para los solos de guitarra, voz o teclado. El uso de sintetizadores, guitarras, y el famoso talkbox tube, le aporta un sello especial a ese sonido robótico y espacial. Por supuesto que la oferta no es novedosa, grupos como Daft Punk se graduaron con honores al dejarnos la muestra perfecta de cómo debería sonar un buen funk. Es así que la aportación de Midnight Generation es muy familiar para los que hemos escuchado más de una vez el galardonado “Discovery” del dúo francés.

Así que preparados, porque a partir de este momento nos subiremos a nuestro DeLorean modelo 1985 mientras conducimos a esta odisea musical.  La primera pieza con la que arrancamos este paseo es cortesía de “Don’t stop movin’on” en colaboración con Nacho Luquín, canción que da un vistazo a un viaje digno de soundtrack para la carretera, beats muy tranquilos y cadencias suaves. Con el atardecer frente a nosotros y de copiloto al date perfecto en este roadtrip, entramos a un mood lírico-romántico con “Young girl” la cual es perfecta para sacar la mano y sentir el aire correr por nuestros dedos. Una vez entrados en carretera, bajamos la velocidad para descansar al ritmo de “No one know you like me” pues el riff de guitarra toma una armonía más tranquila, dejando todo a la letra y arpegios vocales mucho más cadenciosos. Cuando creíamos tener el control del viaje, “Trouble” llega a recordarnos la importancia del soul en la voz, y que los solos ofrecen un panorama lleno de magia musical. La sensualidad va en aumento, y muestra de ello es “Something ‘bout you” pues no es una coincidencia, está creada para acercarte cada vez más a esa persona especial y decirle todo al ritmo de esta canción. Casi llegando a la recta final de este trip, no podíamos irnos sin bailar un poco más, por eso “La la la” nos demuestra que aún tenemos la energía suficiente para subir la velocidad. Para cerrar nuestra aventura musical “On the coast of California” nos deja el sentimiento de que viajes así, se deben hacerse por lo menos una vez en la vida.

Pero ¿Por qué hablar de una segunda parte de un disco del 2016? Las respuestas son muy sencillas. Es un grupo que no ha parado, las presentaciones en vivo están a la orden del día, y sinceramente su show es altamente recomendable para revivir los ochentas. Además, por si fuera poco, este año están a punto de lanzar su próximo álbum que será co-producido por Peter & Hans Warner y masterizado por el gran Benjamin Weber, muestra de ello, es “Alive”.

No lo pienses, déjate llevar. Disfruta. Que tengas un buen viaje. Gracias a @dav_roman_ quien se encargó de brindarme excelente recomendación.