La agrupación originaria de Monterrey anda de estreno con su primer larga duración.
Ya lleva un rato sonando en la escena una banda formalmente conocida como Young Tender. Con lanzamientos desde el 2015 y con varios sencillos exitosos han logrado hacerse un lugar como una de las propuestas más interesantes y frescas de los últimos años. A principios de Agosto, después de años de espera, nos entregaron su álbum debut. Aunque se siente como una entrega esperada, Rotos, el primer larga duración de Young Tender mantiene la esencia de la banda pero no se apega a sus triunfos anteriores. Cabe resaltar que esta entrega llega cargada de novedad porque toman la sabia decisión de dejar sus sencillos en la historia y este álbum no funciona como un recopilatorio.
Apenas empieza a correr el tiempo del disco y ya estamos en un mood dance/chill. Parece que estamos en otra sección de la rola “Si No Vas A Ser Tú” pero pronto, Tiempo cobra su propia esencia y con ciertos sonidos experimentales se crea una atmósfera bastante amena. Así pasan unos minutos y Tiempo se acaba pero la siguiente rola no nos desconecta del mood y parece que estamos viviendo en los ochentas.
Las canciones relativamente cortas de la banda nos exponen todo lo que trabajó Young Tender con este material, tal vez ya nos vendieron la idea o tal vez no nos convence tanto esta onda. Sin embargo, cualquier duda desaparece cuando suena Tokyo, el único sencillo lanzado antes del estreno del disco. Si ya la topabas pues es como escuchar tu rola favorita en una playlist nueva pero si no la conocías entonces de inmediato te invade con su onda bailable pero relajada y el coro te invita a cantarlo aunque sea la primera vez que la escuchas.
Existe una estética muy cuidada en todo el material, chance demasiado cuidada. La banda experimenta bastante pero no toman riesgos extremos, esto puede llegar a ser bueno o malo. En Rotos funciona muy bien, aunque sí llega a tener puntos bajos o medio equis con rolas como Veneno o Esperando. Y es que todas las rolas embonan bien juntas pero no todas son igual de potentes.
La instrumentación de toda la entrega en general es sencilla pero contundente, no intenta llegar al virtuosismo pero no hay razón para siquiera intentarlo, todo es justo. La ventaja de estos sonidos simples es que se te quedan pegados al instante por lo que rápidamente te identificas con el álbum. En cuanto a letras no hay muchas sorpresas y esto implica que aunque son buenas, buenas a nivel promedio, no llegan a conectar tan fácil. Casi todas llevan la onda de Young Tender, usan un lenguaje cotidiano pero hay varios casos en los que la idea se llega a sentir un poco forzada.
Con Rotos la banda crece y evoluciona, no olvida sus raíces ni su aesthetic pero si llega a nuevos lugares. Un factor evidente y que se vuelve un eje durante todo el material es el uso de auto-tune u otras experimentaciones vocales. No está mal, porque llegan a usar ese recurso como material creativo o, incluso, como un instrumento. Pero, y claro que hay un pero, están en el límite del exceso. Al final del disco puede llegar a cansar sin embargo, funciona muy bien en ciertas rolas como Me Gustas la más dance de toda la entrega (unos cuantos arreglos diferentes y tendrían un reggaeton pa la peda con esta rolita).
En conclusión, Rotos es un gran material pero por el uso de ciertos recursos y la estética misma creo que llega a ser un álbum que puede segmentar fácilmente. Tiene puntos muy altos y otros medios, prácticamente no hay puntos bajos, por lo que queda claro que es un buen disco sin embargo, no es un disco para todos. Te puede gustar o no porque llega a ser un poco cerrado y no se mueve de una onda, esto puede ser un acierto o no pero por ejemplo, con Tokyo, chance por eso fue el sencillo, sucede que puede llegar fácilmente a cualquiera y eso no sucede con todo el disco.