México tiene una relación demasiado tensa con Chile después de ese 7-1 en la copa América. Las negociaciones internacionales han fracasado, el comercio se ha venido abajo y esta nota estuvo a punto de no realizarse en el momento que supimos que estos muchachos eran chilenos. De hecho nos resistimos mucho pero después de agregar sus canciones a playlist personales, recomendar sus rolas a todo el mundo que se cruzaba por nuestro camino, y tener sus letras en la cabeza todo el día nos hemos convencido que esta reseña tenía que hacerse. La Monarquía apuesta a que la música puede cambiar al mundo y queremos comenzar los diálogos por la paz entre estas naciones con la música y qué mejor que con No Bailo.
Son una banda que según la leyenda dicen que llenaron conciertos de gargantas gritonas sin tener un solo video en YouTube o publicidad que los ayudara. Rock en su forma más puro, cuerdas vocales exigidas al máximo, guitarras sucias y letras potentes. Simplemente no le podemos pedir más a esta banda. Desde su primer disco nos está demostrando que viene con todo y por todo. Un disco completamente emocional, que nos hará explotar las venas con toda la adrenalina que nos trasmiten.
Comienzan los tamborazos, los juegos rítmicos con la boca, comienza la voz y parece que estamos en un baile ancestral al rededor de una fogata. Se nos une la guitarra tremulosa y un teclado bastante brillante y de repente… entra el rock! A Dónde Van Los De Verdad? Pregunta y un coro de locos le responde que no saben. Pero nosotros seguimos aquí bailando con la duda de en dónde pudieran estar. Un ritual enérgico, emocional hasta raspar la garganta es la primera canción del disco homónimo de No Bailo. Es una mezcla excelente de teatralidad, misticismo y catarsis, simplemente perfecta.
Hay una genialidad en la rítmica que tiene el disco. Busca lo diferente, lo fuera de lo convencional, se nota que hay una búsqueda bastante profunda por encontrar ritmos de primera mano. Aplausos, baterías digititalizadas combinadas al mismo tiempo con acústicas, sonidos con la boca, puentes donde la batería parece hacerse melódica hacen que sus canciones tengan una característica importante y que los destaca. Sábado es una canción que hace notar eso en las percusiones. Me encantan los juegos entre la voz, los ritmos y el sinte en esta rolita. Si diseccionamos esta canción en partes parecería que no tiene sentido, que pertenecen a distintos trabajos cada sección pero esa es la magia de esta banda que hace que fluya de principio a fin. Te aseguro que pasarán días y días y tendrás un “Como si fuera a morir” en la cabeza.
Unos acordes disonantes a muchos les puede causar conflicto, o parecer demasiado oscuro para ellos pero combinados con una letra perfecta y suavidad se pueden convertir en algo simplemente bello. Conejín es una canción que he tenido que repetir muchísimas veces por su calidad y parece que se va a quedar por mucho tiempo en mis playlist y de seguro estará en LOS CONDECORADOS. La letra es precisa, no me imagino otra. Una canción que simplemente debe de ser escuchada.
Pasan las canciones y de repente me encuentro una guitarra perfectamente ahogada en la simplicidad, junto a un groove lento romántico. Las canciones lentas son las que se deben de bailar, porque se disfruta cada acorde, cada fraseo. Melancolía pura es Velocidad. La canción que se convertirá en la más coreada en sus toquines.
Comienza el Misterio y todos queremos saber qué sucederá porque es la última canción del disco. No sabremos qué hacer después de terminar este disco, tal vez escapar, o buscar algún pleito pero eso te toca a ti descubrirlo. De eso se trata esta canción y tal vez también la vida; de buscar lo que nunca se nos va a revelar. La voz es lo que nos va llevando por la canción, esos pequeños desgarres agrega-emoción en las rolas son fantásticos, no hay lugar donde estén de más. Ésta canción tiene uno de los coros más pegajosos y su corta duración nos hace sentirnos insatisfechos. Un “a poco ya terminó” nos recorre al final de la canción- tal vez una estrategia para que nosotros la pongamos una y otra vez-. En fin, así termina No Bailo el primer larga duración de esta banda chilena que nos deja un misterio por resolver.