Olvidadas: Canícula – 60 Tigres

Irreverente quiere reconocer y recomendar aquellas joyitas escondidas que, por algún motivo, no han logrado el éxito que se merecen. En esta ocasión: Canícula.

 

Canícula es el último sencillo de la siempre cambiante, y ahora extinta, agrupación conocida como 60 Tigres. Una de las propuestas nacionales más innovadoras, aún de la actualidad, que logró fusionar géneros, estilos, sonidos, y de todo para conformar una voz única. Este último lanzamiento llegó con la promesa de más; de un nuevo material, de nuevas rolas y de mucho más de los 60 Tigres por lo que para mí, y seguramente para todos los fanáticos también, se convirtió en esa canción que te alegra por su esencia pero te entristece por lo que significa. Entonces, ¿qué es Canícula? El fin de 60 Tigres.

“60 Tigres nace desde el 2005 con la idea de fusionar estilos y géneros en el escenario en Monterrey” Se alcanza a leer en el Facebook del grupo todavía, porque las redes sociales de la banda aún respiran y por ahí ha habido apariciones del Roberto Polo por el entorno virtual. Sin embargo, con aquel comunicado del 15 de mayo la historia de 60 Tigres terminó de una manera repentina. La agrupación estuvo presente varios años en la escena y a pesar de constantes cambios de integrantes logró volverse un movimiento importante e incluso llego a Seattle para salir en el KEXP.

El último sencillo llegó en Marzo del 2017, ya hace más de un año, y por medio de noticias espontáneas en el Twitter oficial nos enteramos de que la banda trabajaba en maquetas y nuevas rolas. Los rumores se cumplieron y recibimos Canícula con todo y el video oficial pero apenas dos meses más tarde, todavía con la emoción del lanzamiento de los sesenta, anunciaron que el proyecto llegaba a su fin. Con esto, nos quedamos con una promesa de lo nuevo y de lo que sería de la banda ya que después de Frenesí parecía que todo iría aún más arriba para los tigres.

Frenesí, la entrega del 2015 por parte de los muchachos, fue 60 Tigres en plenitud. Después de materiales como Animal o Los Emigrantes lograron consolidar un sonido bastante atractivo. En ese entonces no se veía mucha influencia de guitarras psicodélicas o de mezclas ambientales con rockcito bailable en la escena, sin duda no era común encontrarse con rolas tan pensadas y letras memorables pero poco comunes. Ese fue el acierto de los sesenta, lograr un revoltijo tan complejo e unificado que terminaba llegando de manera sencilla. Creo que la música de 60 Tigres tiene varias capas y en cada nivel funciona excelente pero ellos lograron compartirlo de manera que se sintiera natural. Todo lo que trabajaron desde Los Emigrantes se vio reflejado en Frenesí, el material más maduro y mejor recibido de la banda. Y fue después de esto que llegó Canícula.

Canícula comienza con unos sintetizadores que predominan y parece algo nuevo para lo que conocíamos de ellos pero aún así encontramos esos ritmos de batería memorables y originales que casi casi puedes cantar, también está ese bajo melódico y las guitarras con onda soñadora y relajada. La voz confunde porque te dan ganas de cantar a la par pero no es tan fácil seguirla ya que no es predecible, y claro lleva el sello de las líricas de Roberto Polo. Además el timbre de su voz embona perfecto. El estilo de la rola es medio variado porque está medio alegre pero se siente un poco lenta y luego explota pero no tanto como para saltar. Es una obra que por un lado te dice una cosa y por el otro te dice algo diferente. No hay duda que el coro es súper potente pero los sonidos ambientales te envuelven de una forma distinta y así te va llevando esta rolita por cuatro minutos con veintiún segundos.

No sé qué tan desconocida sea Canícula pero no hay duda de que es una joya. Además, también está claro que aunque haya sido bien recibida no alcanzó su apogeo. No estoy seguro si alguna vez apareció en vivo pero yo nunca tuve la oportunidad de escucharla y es importante reconocer este gran sencillo que nos entregaron. Al igual, creo que la difusión se vio perjudicada por el anuncio del fin. Ahora queda claro que esa rola fue el adiós de la banda, una última conexión entre el artista y la raza, un regalo que nos puede durar tantas veces como queramos repetirla.