Editorial: Influencias y la última banda rock

Una persona encuentra su estilo o, en este caso, su sonido al ser incapaz de imitar a alguien más.

 

La identidad de una persona llega a tal límite de volverse imposible de emular. Por más que te encuentres en un entorno idéntico, con las mismas herramientas nunca será posible que dos personas obtengan el mismo resultado. Se dice que la creatividad no tiene límites, sin embargo necesita partir de una base sólida y es aquí donde entran las influencias o, por llamarle de otra manera, las experiencias.

Tomemos a la última banda de rock y probablemente una de las más influyentes de la historia: The Strokes, como ejemplo. El grupo liderado por Julian Casablancas fue la primer banda de rocanrol del milenio y, tristemente, la última. Los Strokes lograron éxito mundial y se volvieron las últimas personas en alcanzar el título de leyendas del rock. Evidentemente, no fueron los primeros en lograrlo, no crearon un género, no son considerados los más talentosos técnicamente en sus instrumentos pero sí se volvieron la voz de una generación como nadie más lo volvió a hacer.

La influencia de la banda norteamericana es innegable. Está documentado que si no fuera por ellos y su álbum debut Is This It, hoy en día, no existirían bandas como: The Killers, The Libertines, Kings of Leon y Arctic Monkeys (por mencionar algunas). Hay que resaltar que cada una de estas agrupaciones encontró una identidad y un sonido propio basándose en sus influencias, incluyendo a The Strokes. Lo importante aquí es tomar las experiencias o aprendizajes e imprimirles tu sello característico, ya sea personalidad o identidad pero sin alcanzar el extremo de copiar.

Algo de lo que nunca escuchamos, ni admiramos, es a los wannabeStrokes o rip-offs de los Strokes pero han sido de lo más común para bandas emergentes. El problema que encontraron es que no pueden aportar algo a una escena musical siendo los nuevos Strokes, tienen que ser alguien diferente. Siendo sinceros, ¿a quién no le gustaría ser un stroke? Ellos lo tienen todo desde las baterías energéticas, los riffs de guitarra ligeros y pegajosos, bajos punketones y obviamente la voz rasposa medio hablada. En resumen, la definición del rock; pero mirando de cerca a la banda, ellos toman un paso más y no se quedan en lo genérico, que es lo que han hecho algunos seguidores de la agrupación.

El punto clave es utilizar las influencias a tu favor y no encasillarte en un elemento solamente. Para poder hacer esto necesitas escuchar mucha música, pero mucha música diferente y llevar a la práctica lo que te gusta. Si te gustan los solos de guitarra de Slash, aprende a tocarlos, si te gusta cantar como Bob Dylan intenta seguir sus canciones y así. Al final tendrás un vocabulario musical que podrás aplicar mezclando cada enseñanza pero no trates de hacer un solo pensando como Slash hazlo como lo pienses tú. Creo que un ejemplo importante de mezclar influencias y aplicarlas es la banda mexicana Odisseo. Claro, tienen elementos disco u ochenteros identificables pero que en un esquema general se pierden y hacen una fusión bastante innovadora. Pero, por ejemplo,  si te gusta el rockabilly trata de hacerlo tuyo y no te vuelvas unos Rebel Cats que nada han aportado por quedarse atrapados en el género.

Es difícil encontrar un sonido propio o una identidad musical. En mi experiencia lo único que funciona es practicar y experimentar. Hacer canción tras canción sin querer que suene a algún artista o género en particular. Con el tiempo y después de muchas canciones, al menos 25, tu estilo comenzara a diferenciarse. Porque es algo que descubres conforme avanzas o, como dicen las jefecitas, hay que practicar todos los días y mejorar poco a poco.